Hay preguntas que son un NO ABSOLUTO! ¿Porque? Porque jugamos con algo muy delicado como la salud o la esperanza de otra persona. Ejemplos claro de esto son: ¿voy a quedar embarazada? ¿Me voy a curar de esta enfermedad? ¿Mi ex pareja va a dejar a la persona con la que está ahora? Si quieres saber qué temas evitar en tus lecturas y como guiar al consultante para que pueda reformular esas inquietudes, acá te dejo unos tips
a- Salud
Los temas de salud son cuestiones muy delicadas que creo
que ni el tarotista más experto puede llegar a
contestar. Como sabemos el tarot no es una ciencia
exacta que pueda prever si tal o cual remedio hará o no
efecto en el cuerpo físico de una persona. Lo mismo
sucede para preguntas respecto de si una persona está o
no embarazada o si superará o no tal malestar. En estos
casos yo recomiendo focalizar en cómo podemos ayudar a
que la situación mejore, cuáles son nuestras fortalezas
para estos casos, a que acercarnos o a que alejarnos. En
definitiva, podemos consultar a las cartas como ayudar
un poco al alma a hacer más llevadera la dolencia del
cuerpo, o simplemente acompañar y apoyar.
Si el cuerpo sufre tal vez el tarot no nos de la
respuesta pero nos puede ayudar en un abordaje más
holístico a sobrellevar la situación lo mejor posible
desde el plano espiritual. Desde ese punto de vista hay
mucho que puedo preguntar, siempre es mejor encarar por
ese lado y no dar consejos o recomendar soluciones en
cuestiones relativas a la salud de las personas.
b- Preguntar por situaciones respecto de personas que no
están presentes en la lectura.
Otro tema que se presenta a menudo es que nuestro
consultante quiere saber qué piensa o siente determinada
persona por él o ella. En estos casos al no estar la
persona presente en la lectura (el otro) sería
incorrecto darle al consultante la respuesta -que no
tenemos- respecto de lo que reside en el interior de
otra persona quien no nos dio acceso a entrar en su
energía.
Entonces la limitación se presenta por el hecho de que
la persona no está, no conocemos su energía, no mezcló
ni cortó las cartas y aun cuando se pueden hacer tiradas
a la distancia siempre es con personas con las que
tuvimos algún tipo de contacto. Creo que no sería ético
(ni posible) afirmar que podemos saber lo que
piensa/siente una persona que no participa de la tirada.
De esta forma, es muy probable que si nos aventuramos a
contestar esa pregunta la respuesta que demos esté más
relacionada con las esperanzas/miedos del consultante
que con la persona en realidad.
Entonces a la pregunta de qué siente otra persona por el
consultante no puedo contestar, pero sí puedo ver a
través de las cartas que es lo que el consultante puede
hacer para mejorar su relación o que aspectos trabajar
de su propia personalidad para favorecer un encuentro
entre ambos.
Básicamente ayudarlo en el proceso que tiene que
realizar, pero no existen respuestas mágicas que nos
puedan contestar que siente o piensa otra persona
respecto del consultante.
Recordemos siempre enfocar la pregunta en la persona que nos hace la consulta y no en una persona que no está participando de la tirada.
c- Preguntas precisas sobre un futuro incierto
En el tarot moderno las respuestas sobre el futuro se
encuentran sumamente acotadas. La idea de que las cartas
nos digan “vas a conocer al amor de tu vida con el que
te vas a casar y vas a tener hijos en un año” creo que
queda para las películas y para aquellas personas que
además de leer tengan el don de ver el futuro.
Las cartas nos predicen un curso de acción, el cual
siempre puede ser modificado. No se trata de quedarse de
brazos cruzados esperando que el resultado suceda si no,
por el contrario, avanzar en una dirección o no avanzar
en determinada orientación, esto es lo que nos van a
aconsejar las cartas.
No hay nada que aparezca en las cartas, que no pueda ser
modificado.
Entonces, ¿qué es lo que me dicen las cartas del futuro?
Dependiendo de la tirada elegida las cartas me van a
mostrar el resultado probable si sigo por el curso de
acción por el que me encuentro, entonces si el resultado
es positivo mi consejo es siempre profundizar en dicho
sentido. Si por el contrario vemos al final de nuestro
recorrido una carta nada auspiciosa, la idea es tomar
los consejos de las cartas y cambiar lo que nos está
llevando a ese destino.
Si jugamos a adivinar el futuro es probable que perdamos
credibilidad ante el consultante cuando los eventos no
sucedan como profetizamos y que nosotros mismos pongamos
en duda la valiosa herramienta que constituye el tarot.
Entonces, puedo hacerlo? Claro que si! Y luego es
divertido ver si sucede o no, lo importante es tener
presente que es más en tono de juego que de análisis
detallado del mensaje de las cartas.
A diferencia de lo que sucede con temas de salud que SIEMPRE es mejor evitar, jugar a adivinar el futuro con el tarot no tiene nada de poco ético, en el peor de los casos nos hará perder credibilidad cuando lo que vaticinamos no suceda o nos hará quedar como grandes adivinos si los hechos se presentan como los profetizamos.